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¿Por qué Vicky dormía en un armario en “La pequeña maravilla”? El secreto detrás del clásico de los 80

“La pequeña maravilla” encantó a toda una generación. Descubre por qué Vicky, la niña robot, “dormía” en un armario y qué significaba esto en la serie.

En los años 80, una niña robot se robó el corazón de millones de televidentes. Nos referimos a Vicky, protagonista de “La pequeña maravilla” (Small Wonder), una comedia de ciencia ficción que, con solo 96 episodios, se convirtió en una de las series más entrañables de su época. A través de su peculiar forma de hablar, su peinado perfectamente simétrico y su vestidito rojo con listones, este androide logró integrarse a la familia Lawson… aunque con ciertas particularidades.

Una de ellas —y tal vez la más icónica— fue su extraño “lugar para dormir”: un armario. Pero, ¿por qué dormía ahí? ¿Cuál era el verdadero motivo?

Vicky no dormía… simplemente se apagaba

Para empezar, es importante recordar que Vicky no era una niña real, sino un robot creado por Ted Lawson, ingeniero en la empresa ficticia United Robotronics. Su nombre completo era Voice Input Child Identicant (V.I.C.I.), aunque fue adaptado como “Vicky” para el público hispano. El objetivo del experimento era desarrollar inteligencia artificial en forma humana para futuras aplicaciones domésticas.

Ahora bien, como androide, Vicky no necesitaba dormir. No requería descanso físico, solo un lugar seguro para ser almacenada o apagada temporalmente cuando no estaba activa. Por eso, el armario dentro del dormitorio de Jamie —el hijo de los Lawson— se convirtió en su “refugio” habitual. Desde allí, podía ser guardada sin levantar sospechas, especialmente porque su existencia debía mantenerse en secreto para evitar consecuencias legales y éticas.

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Más que un escondite: una extensión de la trama

El uso del armario también servía como un recurso narrativo dentro de la serie. Al igual que Jamie, Vicky tenía su propio “espacio personal”, lo que reforzaba el vínculo entre ambos y daba lugar a situaciones cómicas cuando alguien intentaba abrir la puerta del armario sin saber lo que encontraría.

Además, cuando Vicky era “castigada”, también era enviada al armario, lo que imitaba la dinámica tradicional entre padres e hijos, pero con un giro cómico y robótico. Esta constante reforzaba el concepto de que, aunque no era humana, Vicky aprendía a vivir como una más dentro de la familia.

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